CRÓNICA MUNDIAL DUATLÓN

Un mundial inolvidable, por Gema

     Desde la llegada a Gijón, se respiraba un ambiente impresionante. Deportistas de todo el mundo se concentraban en los alrededores de la ciudad: Banderas de Portugal, Francia, Italia, Reino Unido, EEUU, Sudáfrica, Japón…hasta 35 nacionalidades.

     El día anterior a la gran prueba pude disfrutar del emocionante paso de las élite. Las españolas Ainoa Murua y Ana Burgos obtuvieron un trabajado quinto y sexto puesto. Inmaculada Pereiro quedó en el 14º, aún con la carga del Desafío Doñana en sus piernas. Tuve la suerte de poder hablar con ella tras la prueba, y el orgullo de que nos animase durante la competición.

     Esa misma tarde pasé todos los controles, de vestuario y material. Las bicicletas eran impresionantes…sin palabras. Hasta los más veteranos iban sobre verdaderas bellezas de dos ruedas. Nerviosa, me atiborré de hidratos en un italiano y a descansar.

     La mañana del domingo todo era a contrarreloj. Una hora antes de la salida el speaker nos llamaba para ultimar las cosas de boxes….y aproveché para tirar unas fotitos a las bicis de mi entorno. Me descuido y ¡¡cámara de llamada!! , ya no llegaba y el vestuario a tope. Como siempre, sin pega: un japonés estirando el las gradas y yo junto a él poniéndome el mono, sin pudor.

     En la línea de salida todas parecían ser máquinas, pero no se lo iba a poner fácil. Durante el primer tramo de carrera corrí junto a Rosa Bravo, campeona de España de ciclismo en ruta, permitiéndome entrar en boxes con ella para no errar en ninguna de las faltas posibles.

     Los 40 km de bicicleta fueron duros, aunque lo prefería. El circuito tenía un tramo de más de 3km de subida, y al ser dos vueltas, eran más de 6km de subida. El drafting no estaba permitido, así que hubo que pedalear fuerte. Sobre la bicicleta me adelanta otra española, así que tendría que pelear hasta el final en la carrera.

     Dejo la bicicleta, y me centro en los últimos 5km, sabiendo que puedo adelantar algún puesto si sigo luchando a tope. En el primer kilómetro consigo coger a la segunda española, y sigue mi ritmo hasta el último kilómetro, donde cambio el ritmo y me escapo. Entro en el estadio, lleno de gente y plagado de banderas. La gente exaltada, aplaudiendo y exclamando: “¡España, España!”. Agotada: 6ª del Mundo y 2ª de España.

IRREPETIBLE E INOLVIDABLE. Muchas gracias a todos por confiar en mí. Gracias, Mister.

Como anécdota, y dejando Gijón, me encuentro a Melendi, surrealista, simpatiquísimo. Besos, y muchas gracias por esa foto.

A por el próximo reto.

¿Quién me deja 7000 eurillos para una bici?