CRÓNICA HALF TRI CANET

"LA LETRA CON SANGRE ENTRA", por Javier Alcalá

     Este pasado domingo tuve la oportunidad de internarme en una nueva distancia en esto del triatlón (1900/96/21). Siendo el segundo triatlón que hago estoy muy contento por lo que supone haber terminado ambos, y sobre todo por haber aprendido mucho mucho (y lo que me queda…) en tan solo dos competiciones, ya que de cara al año que viene me vendrá muy bien.

     Comienza el fin de semana con la recogida de dorsales, otra vez con lluvia y la mar bastante revuelta, cosa que me preocupaba bastante ya que mi principal objetivo a parte de terminar, era conseguir hacer el tramo de natación sin agobios de ningún tipo como me ocurrió en el anterior.

     Llega el día de la prueba, me levanto a las 05:45 y llego temprano a boxes, tanto que hasta echo una cabezada en el coche antes de dejar preparado el material en la zona de transición (GRAN ERROR). Me pongo el traje de neopreno pensando en cómo afrontar los 1900m de natación, el speaker anuncia por el altavoz que el mar está en calma: muy buen speaker pero como meteorólogo no valía un duro (…el mar con más resaca que yo el día de año nuevo…). Me coloco de los últimos y esquinado para evitar al mogollón, suena la bocina, nos metemos todos con tranquilidad en el agua y empiezo a nadar muy cómodo, de manera que con algún codazo, patada y los toques típicos de la prueba consigo salir del agua dentro de mi tiempo normal, 44min (puesto 173 de 286) y muy contento con las sensaciones, eso sí algún inicio de calambres en los gemelos.

     Hago la T1 sin ningún contratiempo y empieza al segmento de ciclismo, mejor dicho empieza mi calvario. El recorrido era bastante llano y en boxes los “pepinos” eran considerables, aún así creía que podía hacerlo medianamente bien con mi “flaca”, pero no fue así, la gente me pasaba como autenticas motos, y yo iba como una tortuga, escuchaba un roce que me rallaba la cabeza, miraba las ruedas pensando que estaban pinchadas, las zapatas, etc… pero el ruido seguía ahí. No me quería obsesionar así que pensé: “no te ralles, te está dando una pájara, así que toca sufrir para terminar, el problema no es la bici, eres tú”, y eso hice (Dios sí que sufrí, sí…). Fueron cuatro vueltas a un circuito de 24km, en la primera ya con tirones en los gemelos, un verdadero infierno que de no ser por los ánimos de Gema y Alex, estoy seguro que no habría podido terminar. ( puesto 226 ).

     Por fin termino, hago la T2 bien y empiezo el medio maratón bastante tocado y fundido tanto física como moralmente, pero la verdad, se nota que este es mi mejor segmento, termino la carrera con un tiempo de 1h 29min siendo el 10 mejor tiempo de todos los participantes.

    
Entré en meta con tiempo total de 5h 45min, (puesto 141 de 280) totalmente reventado, y consciente de que la mitad lo hice yo y la otra mitad lo hicieron Gema, Alex, José Vicente, Susana y Jon, MUCHAS GRACIAS POR TODO.

    

Aparentemente había terminado esta dura prueba, pero lo peor estaba por llegar, fui a recoger mi bici a boxes, y al descolgarla me doy cuenta que las ruedas no giraban, no me quiero ni acordar… le dejo la bici a Alex mientras me voy a la playa jurando en arameo, y cuando vuelvo… efectivamente, hice 96km con las ruedas frenadas, “¡que cafarna, si pudiera me hubiese guanteado a mi mismo!”. En fin compañeros este mi último triatlón de este año y está claro que esto no me vuelve a pasar “LA LETRA CON SANGRE ENTRA”, UN SALUDO COMPAÑEROS.

HASTA LA PRÓXIMA